Tuesday, March 03, 2009

MaidenFest, México DF, 28 de febrero 2009.

Después de perderme el concierto del año pasado (2008) por culpa de una puta fiebre que no permitió ni dar dos pasos fuera de la cama, éste 28 de febrero cobré venganza de mi propio cuerpo (por no aguantar una pinche fiebre) yéndolo a magullar a al Foro Sol (o Fero Sol, como decían algunas playeras piratas, menos mal que no decía Airon Meiden). Llegué justo cuando subió Morbid Angel al escenario, por lo tanto Agora y Harris a la verg@. Me olvidé de todo, menos de la chela que me estaba bebiendo y me dispuse a escuchar el rasgar de esas guitarras, el bajo, la bataca y por su puesto la estruendosa voz de David, una banda a quien conocía poco y que nunca había visto en vivo, pero que al final me dejó con las ganas de correr a bajar sus discos, claro pa’ después comprarlos conforme vayan gustándome. Cuando terminaron y Atreyu subió, me dispuse a escucharlos también, mucho había oído decir que eran un asco, pero no quise someterme a tal descripción al 100% si no los conocía, pero ahora que los conozco lamentablemente puedo decir que ni madres perderé mi tiempo en prestarle más atención, lo siento, no me agradaron (punto). La segunda de mis prioridades en ese concierto fue Carcass: Jeff Walker, Bill Steer, Michael Amott y Daniel Erlandsson con “Buried Dreams”, “Heartwork” etc etc… canciones que me hicieron mover la cabecita como buena niña merol que soy y echar varias carcajadas con mi acompañante por compartir la misma idea de que la ñora guera de cuarenta y tantos años que estaba a nuestro lado se parecía al Eddie (tal vez era su mamá). Para esas horas ya había oscurecido y el alcohol en mis venas comenzaba a hacer efecto, pero sé que se me quitó cuando la voz de Winston Churchill comenzó a escucharse por todo el foro anunciando el intro de la maravillosa canción ACES HIGH inspirada en un piloto de la RAF de la Segunda Guerra Mundial haha, mi rola favorita. Bang! Bang! Fuegos artificiales y la voz de Dickinson diciendo “There goes the siren that warns off the air raid”. Si, ahí estaba yo, quemando mis pupilas para ver a la doncella. 2 Minutes To Midnight me recordó a un amigo que por alguna extraña razón dice recordarme cuando la escucha también. La tercera canción, la cuarta canción, caray las iba numerando, hasta que llegó The Tropper; la primera imagen en mi mente fue ese viejo poster promocional en el Madison Square Garden de 1983 con el soldado y la bandera inglesa, que tenía en mi cuarto y el cual le pertenecía a una amiga que en la altura me lo dejó de encargo para ser vendido al mejor postor (claro no fui yo) y que, cuando en ese momento Dickinson salió con su uniforme y con la bandera inglesa en mano provocó que gritara como desesperada en acto de violación. Por su parte Run to the Hills, me recordó al bajista de Moonspell que en el día de mi cumpleaños me mandó felicitar mandándome a Correr por las Colinas. En Iron Maiden sentí ahogarme, estaba muerta de risa con la momia del escenario y con la ñora que seguía casi a mi lado, por un momento no supe distinguir entre la realidad y la ficción. Mas fuegos artificiales. Bang! Bang! The Number of the Beast, el Robo-Eddie en The Evil That Men Do hasta que Sanctuary marcó el fin de la merolefica noche. Dolor de pies, de garganta de cuello, pero con un corazón radiante de felicidad esperando volverlo a vivir. GRACIAS!!!